Publicado en El País.
Laura Delle Femmine – Madrid 8 AGO 2017
En este sector, en pleno crecimiento, la relación entre Estados y empresas privadas es cada vez más intensa.

Si se está planteando una inversión, no descarte las actividades relacionadas con el control de frontera. Tan solo para frenar las llegadas de migrantes, Europa se gastó 17.000 millones de euros entre 2014 y 2016, según un informe del Overseas Development Institute (ODI). Marta Foresti, directora adjunta del think tank británico, asegura que el principal cambio en la estrategia migratoria del Viejo Continente ante la crisis de 2015, cuando un millón de personas entró irregularmente a Europa, se dio en el aspecto económico. “Tanto en la vigilancia y la creación de vallas, como en paquetes de ayuda a los países de origen”, precisa. Un caso representativo, apunta Foresti, es el de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex): su presupuesto pasó de seis millones de euros en 2005 a 254 en 2017.
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